Fóbal Crioyo (versión mundialista): Dèjá Vu y Revanchas

Afonía de gritar los goles, sufrimiento tras el pitido final, sonrisa al ver el marcador final, pero algo que esta selección me demostró un poco en este partido: TRANQUILIDAD. Sí, aquella que no tengo desde hace algún tiempo y que hoy este equipo me demostró ante un conjunto aguerrido y complicado (más allá que la selección se dejo estar en los minutos finales y sufrimos un poco).

Dèjá Vu

Hoy la Argentina derrotó a Mexico por 3 a 1 en el estadio Soccer City de la ciudad de Johannesburgo y con Carlos Tévez como figura y goleador del encuentro. Los goles fueron marcados por Tévez (un golazo y otro con ayuda del juez de línea), Higuaín (gol de papi fútbol) y descontó Hernández.

La previa del partido mostraba a Burdisso, de nuevo, como titular en reemplazo del lesionado Samuel, a Otamendi de gran actuación contra Grecia por Jonás Gutierrez y a Maxi Rodríguez en lugar de Verón en el mediocampo.

Los primeros minutos fueron totalmente de Mexico, con dos claras llegadas: un tiro desde lejos por parte de Salcido que pegó en el travesaño y un remate cruzado de Guardado que rozó el palo derecho de Sergio Romero.

El partido derivaba en el control del conjunto verde, mientras Argentina atacaba sin ideas claras, hasta que una jugada rompió ese esquema: un pase para Tevez en profundidad que el arquero Pérez no pudo dominar y Messi, picándola, habilitó al "Apache" (en clara posición adelantada) y éste no tuvo más que convertir de cabeza el primer tanto argentino. Sí querido lector, el primer tanto fue "con ayuda" gracias al error del línea Calcagno y del árbitro Rosetti, la Argentina gritaba el primer gol.

Luego, la balanza inclinó un poco para la celeste y blanca y se tornaba un partido parejo. Pero un error de la defensa mexicana (el punto más flojo que viene demostrando en partidos anteriores) cambió el rumbo de ese primer tiempo: Ricardo Osorio trastabilló con la pelota dominada cediéndosela a Gonzalo Higuaín, que no tuvo más que amagar al arquero y definir con el arco solo. Golazo, gol de Papi futbol y la selección iba al entretiempo con más tranquilidad.

La última parte seguía mostrando el dominio argentino por sobre el mexicano, con un Higuaín activo para habilitar, Rodriguez y Otamendi para cubrir los espacios de la banda derecha y subir para asistir a los delanteros. Pero el tercer gol llegó del esfuerzo, la sangre y el sudor de la figura del encuentro: Carlos Tévez trabó la pelota en la puerta del área grande y sacó un "bombazo" que terminó durmiendo en el ángulo superior izquierdo de Pérez. Otro golazo para las estadísticas y la frutilla del postre para el aguerrido 11 surgido de Fuerte Apache, un premio más que merecido.

Y ahí sí, todo fue celeste y blanco, hasta que surgió el punto de inflexión: La salida de Tévez por Verón. Ese cambio marcó un nuevo rumbo en el encuentro, donde los ataques de los mexicanos se hicieron más frecuentes y, por consecuencia, el descuento mexicano por parte de Hernández. Luego llegó el sufrimiento hasta que el árbitro tano decretara el final del partido.

Ese final que tuvo por figuras, al ya nombrado mil veces, Tévez por sus goles y su interminable esfuerzo, a Otamendi por la garra y los huevos, a Burdisso por su tenacidad y a Higuaín por su gol(azo) y convertirse en el goleador del certamen.

Un dèjá vu quebrado, como en el Mundial pasado de Alemania 2006, en octavos de final y ante un "bombazo" de Maxi Rodriguez desde afuera del área, que elimino al México de La Volpe.

Ahora el bombazo se repite, pero proviene de Fuerte Apache y con el Dios más humano de todos en el banco argentino.

Este es el final que tanto ansiábamos para dar un paso más hacia el camino final, que se encuentra en este mismo estadio el 11 de Julio.

El Rival

Alemania pasó a cuartos tras derrotar a Inglaterra por 4 a 1. Los goles fueron convertidos por Klose, Podolski y Müller, en dos oportunidades para el conjunto teuton, mientras que para los ingleses convirtió el defensor Upson.

Este cotejo tuvo todos los condimentos y el clásico europeo no decepcionó y hasta tuvo "la polémica" del mundial: un remate desde el borde del área por parte del mediocampista inglés Frank Lampard se incrustó en el travesaño y picó dentro del arco de Neuer. Fue gol, pero el línea uruguayo y el árbitro Larrionda no parecieron verlo y dejaron seguir. Era el empate y, quizás, un nuevo rumbo para el encuentro, cuando Alemania ganaba por 2 a 1 e Inglaterra lo tenia encerrado en un arco.

Cualquier parecido con la jugada que definió la final de la Copa del Mundo 1966, es pura coincidencia.

Así ganó Alemania: con contudencia en su delantera como mejor carta ganadora y con un Ozil más que encendido, jugando y haciendo jugar.

Así se va Inglaterra: con una decepcionante actuación en este mundial, con un pobre juego futbolístico y con una polémica que, seguramente, se hablará más que su frustrante actuación en Sudáfrica.

Revanchas

Ahora nos tocará medirnos, una vez más, ante Alemania por cuartos de final. Será este sábado 3 de Julio a las 11 en Ciudad del Cabo y ante la posibilidad de entrar en semifinales.

Sí, una vez más: Dos potencias se enfrentan y, de tantos encuentros, ya parece un clásico. Un clásico en el que no solo habrá dos choques de estilos, sino también de grandes jugadores como Ozil, Messi, Higuaín, Podolski, Tévez y Klose (por nombrar algunos).

El último enfrentamiento mundialista fue en el mundial pasado, en la mismísima Alemania y en la cual la Argentina perdió por penales, exactamente también, en cuartos de final (recordar el "famoso papelito" de Lehmann, donde tenía anotados en que lugar del arco habían pateado exactamente los jugadores argentinos la útlima vez en una definición por penales). Durante el partido, los goles fueron hechos por Ayala (para el entonces equipo dirigido por Néstor Pekerman) y Klose.

También en la final de 1986: Aquel mundial dorado en México, donde Maradona se consagraba como el mejor jugador del mundo y de todos los tiempos y en la cual la Copa era nuestra. Aquella final que la Argentina de Carlos Bilardo le ganó a la Alemania Federal por 3 a 2 con goles de Brown, Valdano y Burruchaga y para los teutones fueron Rummenigge y Völler.

Cuatro años después se volverian a ver las caras en la recordada final de Italia, por el año 1990, donde Alemania derrotó por 1 a 0 a la Argentina con gol de penal de Andreas Brehme. Una falta polémica cobrada por el árbitro mexicano Edgardo Codesal, que le permitió a los alemanes quedarse con el título mundial a falta de cuatro minutos para el final.

Mención especial:

Para el goleador del Mundial: Gonzalo Higuaín. No solo por su golazo que se practica en canchas de futbol 5 y que los cracks, como él, suelen hacer, sino también por el camino recorrido para llegar hasta donde esta hoy. Pensar que hace unos años jugaba en River Plate y se coronaba ante una actuación magnífica ante Boca en la Bombonera por 3 a 1 y el había convertido dos goles (uno de taco y el otro, sí, amagando al entonces arquero del conjunto de La Boca Roberto Abbondanzieri).

Y mención CON ORGULLO para Nicolás Otamendi: Reemplazar a Jonás Gutierrez (muy querido por Diego Maradona), dejar la piel y las piernas como lo hiciste y ser una de las figuras del partido... Realmente no tiene nombre. Me hizo acordar al campeonato que logró Vélez en el 2009 y en el cuál fue INSIGNIA, VALUARTE de la defensa fortinera, un muro que nadie podía traspasar. Que una de las mejores promesas que sacó el fútbol argentino en estos años Y SEA Y HAYA SALIDO DE VÉLEZ, NO TIENE PRECIO. Realmente esto va con Orgullo de ser del Fortín y ser Argentino.

Aclaración:

No es por ser "Aguafiestas" o "Amargado", al contrario me encanta ver a los argentinos festejar una victoria o un hecho que les implique alegría y así contagiar sus risas y sonrisas, como si fuera un antídoto al sufrimiento que padecen algunos con la pobreza o, porque no, con problemas personales. Pero: ¿Hacía falta festejar en el Obelisco la victoria por sobre Mexico, cuando todavia quedan 3 partidos para la posible coronación?

No estoy en contra de estos festejos, pero me parece desmesurado gritar por una victoria de la cual solo nos corona estar entre los mejores ocho equipos del Mundial y vitorearlo en el Obelisco, lugar donde se festejan las "REALES VICTORIAS" como el mismísimo Bicentenario y la unión popular, o los Mundiales conseguidos en 1978 y 1986.

Podremos festejar y estar felices, pero como dijo Mostaza Merlo: PASO A PASO.

Ya quebramos el Dèjá Vu, ahora queda la sed de Revancha.

Y tres pasos para la alegría del pueblo argentino.

Nada más para decir, solo: HASTA MAÑANA!!!